Formularios

    Bien, llegó el otoño. Ahora el cielo está gris todo el tiempo, y no deja de llover. Además, se me ha estropeado la persiana de la ventana que tengo junto a la cama. Ni sube ni baja. Mejor así, una decisión menos que tomar. De todos modos, estoy demasiado ocupado como para molestarme por estas pequeñeces. Solicitudes, papeles, impresos… y ese pánico permanente a rellenar mal una casilla y arruinar todo un formulario. Creo que al nacer se me negó toda capacidad para rellenar formularios sin que me asaltaran dudas en cada casilla. Los formularios autocalcantes son los peores. Si ya de por sí es embarazoso equivocarse tanto, más aún lo es hacerlo por triplicado.
    Luego están las temibles casillas y recuadros imposibles. Son aquellas en los que, ni preguntando, sabes qué *@#% poner. Al final los acaba rellenando el funcionario de turno. Solo que él/ella lo hace a toda prisa, con una letra espantosa (en el caso de que sean recuadros en los que introducir texto), o con una «X» irreconocible y descentrada (si se trata de una casilla de tipo X). ¡Con el cuidado que pongo yo para que todo sea legible, y resulta que sirve igualmente aunque esté hecho una porquería! Esto, sin duda, es lo más humillante de todo.
    Quisiera también denunciar estas casillas diminutas – seguro que todos las conocéis – en las que hay que introducir un código, generalmente un número, en función de alguna situación personal. Bien, ¿cómo voy a poner un número en un área tan pequeña, si apenas cabría una X? ¿Qué superpoderes tienen los funcionarios que interpretan los formularios para distinguir tan diminutos trazos? Este tipo de dudas me hacen sentir insignificante…

    Finalmente, le envío un saludo al bueno de Molina, que está hecho todo un personaje. Es un ex-compañero mío de clase que actualmente estudia en Nueva York. Su más que demostrada capacidad como analista político se resume en una frase que aparece en un e-mail suyo que acabo de recibir. Refiriéndose a la localización geográfica de Osama Bin Laden, dice (y cito textualmente) «Ese está mas cerca de Azadinos que de Afganistan, os lo digo yo.» También me envía esta foto de los Sanfermines de Palestina, que son el último grito en festividades de todo el Oriente Medio.

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