Vota en contra, no escurras el bulto

Estoy en campaña total, y más que debería estar. Me cabrean profundamente los que dicen que el 14 de Marzo votarán en blanco, o se abstendrán, o que votarán nulo, o al Partido Morado de Villaburros. Y me cabrean tanto como cuando oigo en llamar «daños colaterales» a los muertos en las guerras de Aznar, porque en los dos casos es no llamar a las cosas por su nombre. Todo lo que no sea un voto útil contra el PP es votar al PP, y para eso, pues que lo hagan directamente y asuman con responsabilidad lo que provocan con sus actos.
Mucho manifestarse contra la guerra de Irak, contra la reforma educativa, mucho Nunca Mais, sin olvidarnos de la antiglobalización…


Han sido cuatro años de rebelión constante, pero no lo olvidemos, nos guste o no, lo que de verdad hace daño es el papelito que metemos en la urna, mucho más que salir de manifestación, firmar manifiestos o quemar papeleras. Y lo digo porque está demostrado que por cada votante de derechas que se abstiene, 10 de izquierdas se quedan en casa lamentándose y farfullando contra el gobierno o fantaseando con una inmensa abstención que deslegitime el sistema o con que haya una revolución, o con el amor universal. Aznar y Bush y su entramado se frotan las manos con estos rojos revolucionarios.
Luego están los que votan a pequeños partidos imposibles como protesta al desastre de la clase política actual. Desengáñense también: el partido en el poder se frota las manos con ustedes. Fue el caso, por ejemplo, de las últimas elecciones americanas (en las que la abstención del 60% no deslegitima nada, dicho sea de paso): había dos posibilidades, Bush y Gore. La derecha se concentró en el primero, la izquierda (dentro de lo que hay allí) se dividió entre un centrista Gore y un tal Nader, ecologista de izquierdas, sin ninguna posibilidad. Y salió Bush, por unos cientos de votos. Los efectos los hemos visto y los veremos unos años más. Gracias utópicos irresponsables, una vez más la izquierda se suicida, no hace falta que venga la derecha a matarla.
Tengo buenos amigos en el PP, y en los momentos de las confidencias me dicen que no necesitan hacer campaña, la izquierda la hace por ellos. Mucha manifestación, pero luego se quedarán en casa o votarán por imposibles. Seamos prácticos, impidamos que el facherío, el autoritarismo, el individualismo, la falta de respeto y la insolidaridad vuelvan a gobernar con mayoría absoluta. Seamos pragmáticos y responsables. Votemos con cabeza, aunque nos duela el corazón. Luego podemos desquitarnos de mil maneras, pero cada voto que no vaya a un partido de izquierdas con posibilidades (y cuáles son depende de cada provincia) va al PP.
No puedo dejar de acordarme hoy, en tan aciago día, de los republicanos de Cataluña. Gracias señor Carod Rovira, como el otro día le dimos las gracias a Ibarra. Como dijo el otro, «es usted lo que se dice un amigo», pero un amigo de la derecha. Vayamos todos con usted a recoger margaritas y cazar mariposas y que Mariano se quede en La Moncloa.

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