El vino y el hachís

    Qué bien… una pequeña degustación de vinos en mi ciudad… no me la podía perder. Tan sólo pretendía dar un paseo por el centro, y me la encontré. Me gusta el vino, es una de las muchas pequeñas cosas que dan sentido a la vida. Incluso me regalaron una botella de Gran Cermeño, crianza del 97. Un vino de Toro, Zamora. Estoy contento. Siempre que me regalan una botella de vino me pongo contento. Ahora sólo me falta encontrar una ocasión especial en la que tomármelo.
    Qué duda cabe, el vino nos proporciona una perspectiva extraordinariamente simple y positiva con la que contemplar el mundo. Ojalá todo fuese siempre como se nos aparece bajo los efectos de una cantidad moderada de vino. El amor, la amistad y las relaciones con los demás son definitivamente más satisfactorias. Lástima que estemos tan limitados por nuestro permanente estado de sobriedad.
    Lo del hachís… no lo sé, supongo que estaba pensando en Charles Baudelaire.

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