El sábado pasado estuve en esta fiesta en Nicolosi, en el chalé de no-se-quién. Había un montón de gente desconocida y dos ollas enormes de sangría, entre otras cosas. Si llego a saber que iban a publicar las fotos, me dedico a perseguir al chavalito que andaba por allí rondando con la cámara digital. No es cuestión de no figurar en los créditos.
Para sobrevivir en fiestas como esta, es importante:
a) localizar las bebidas nada más llegar y hacerse un sitio a su lado
b) saber dónde está el baño y cómo se llega (antes de que sea demasiado urgente)
c) estar atento a todo movimiento que nos haga sospechar de algún trapicheo que pueda llegar a favorecernos en cualquier modo
Técnicamente no hice bien ninguna de las tres cosas, me pilló desprevenido. Pero como de todo se aprende, prometo ser más aplicado la próxima vez.
Y salir en las fotos.
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