Sábado, dieciséis de marzo de 2002. Dieciocho horas dos puntos cincuenta y seis minutos. Acabo de tomar la determinación de dejar de emparejar los calcetines. Las camisetas y pantalones los seguiré doblando en el modo en que acostumbro, pero no los calcetines. Adiós a interminables y fatigosas horas de especulación sobre tonalidades de negro (la gran mayoría de mis calcetines son o han sido negros), longitud, estrías, textura y tamaño del punto. Soy libre.
Calcetines
Esta entrada fué escrita por pinano, publicada el miércoles, 20 marzo, 2002 a las 11:14, archivada en museo. Agrega esta entrada a tus favoritos. Sigue los comentarios desde el Canal RSS de esta entrada.
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