Ya somos Fibers

    El VIII Festival de Benicassim se acabó más o menos al mismo tiempo que nuestro verano (o viceversa), y quedará grabado indeleble en nuestras memorias hasta al menos la próxima edición. Hénos aquí en una entrañable foto de grupo tomada en los momentos posteriores al rito de montar las tiendas de campaña, al tiempo que aprovechábamos nuestra entereza para promocionar La Rèsistance por doquier, cómo no.

pincha para ampliar

De izquierda a derecha: Neil Cassady, Lando Calrissian, Pinano, Iván Illich, Nardi.
Sí, el cielo estaba gris pero todo se solucionó.

    No se incluyen fotos de momentos posteriores a éste por obvios motivos ético-logísticos. Y por respeto a nuestras familias.
    Hemos vuelto muy morenos a pesar de la nocturnidad extrema, y con la sensación de «misión cumplida» en el pellejo. No siempre es facil ser un Fiber, no. Hay determinadas horas, momentos muy críticos en torno a las diez de la mañana, en que desearías ser un guiri alemán cincuentón de esos que tienen la vida resuelta y que desayunan como dios manda en una lujosa terracita, o una ama de casa aplicada y madrugadora cuyas experiencias vitales más excitantes suelen consistir en encontrar monedas y pañuelos usados en los bolsillos de los pantalones de su marido antes de meterlos en la lavadora. Pero no. Como digo, en esos momentos tan críticos eres lo que queda de tí, un despojo humano que apenas se tiene en pie, tu cerebro devorado por los beats de algún pinchadiscos cabrón que te ha tenido agitándote junto al resto de una tribu sudorosa hasta bien subido el sol, y los ojos llenos de fotos de los iconos pop de turno. El cartel, como de costumbre, era estupendo. Pero esto siempre es lo de menos. Al final resulta que los conciertos más apetitosos son sólo una excusa para, una vez finalizados éstos, meterte ganas de machacarte los pies en las varias carpas instaladas a tal efecto.

15 Comentarios