Grandes Esperanzas

Es el título de un estupendo libro, aunque me recuerde sobre todo una película que provocó en mi gratificantes sensaciones llenas de eso, de esperanza.
Hacía bastante tiempo que no me hacía notar en la página. Tras los nubarrones de «El fin de los tiempos» y los truenos – secretamente desesperanzados – de «Vota en contra, no escurras el bulto» ha escampado todo lo que puede escampar y ahora escribo bajo el título «Grandes Esperanzas».


Soy un pragmático, los que me conocéis sabéis que soy un idealista con los pies en el suelo. Un tal Fredi contestó en mi artículo: «El psoe, ¡si el del voto útil!, nos metió en esa trama militar que es la Otan, desilusiono hasta los mas ilusos, clavó una reconversión industrial que no se hubiera atrevido ni el mismo franco… no me sigas hablando de utilidad, hosties, vota por lo que creas y a los barones que les den, no son más ni menos que lo mismo«.
Y bueno, no le falta algo de razón: la realidad suele defraudar nuestras esperanzas, pero no podemos perder de vista que caminamos hacia utopías a las que nunca llegaremos, se trata de escoger el mejor camino posible, y el que hemos elegido muchos no solo no será peor, sino que será considerablemente mejor que el que llevábamos. Preparémonos para las decepciones, pero no perdamos de vista esto.
Con honda preocupación y dolor de corazón leo la sucesión de artículos sobre el mandato de Lula en Brasil. Otra gran esperanza que no da los frutos prometidos. Fui comprensivo con su antecesor, un socialdemócrata que mejoró la economía del país sin lograr mejorar la vida de la gente. Y lo fui porque creo que las mejores intenciones se estrellan muchas veces contra los elementos de la situación mundial y social. No creo que los presidentes y los gobiernos tengan tanto poder como les suponemos. Tampoco creo que las multinacionales, sin duda más poderosos, se organicen tanto para administrar el mundo por detrás de la gente. No sé si Lula es un gran gestor, quizás haya muchos mejores gestores en la derecha. Pero me ilusiona porque creo que es una buena persona, que cree en lo que hace, que está concienciado. Ojalá encuentre buenos gestores que desarrollen sus utopías y ojalá la izquierda y los sectores sociales desfavorecidos puedan apoyarle a pesar de las decepciones.
En todo caso, en lo que a nosotros se refiere, lo que está a nuestro alcance es poco a la vez que mucho. Seguimos teniendo por delante, hoy más que nunca, la responsabilidad por cambiar las cosas a nuestro alrededor. Por impulsar una cultura nueva, solidaria, ecológica, comprometida con los cambios. Nuestro país recibe cada vez más gente de otros países, ni mejores ni peores que nosotros. Tenemos que esforzarnos por ser abiertos a ellos, por estar atentos a las injusticias que muchos sufren, por preguntarnos porqué vienen, cual es la situación que se vive en otros países y porqué.
A través de la cultura, el diseño, la literatura, la música, pero también la política y los movimentos sociales, podemos colaborar para que todo cambie. (Soy un convencido de la incidencia politica y la conciencia social).
Movilicemonos todos y todas para que la realidad se acerque un poco más a nuestras Grandes Esperanzas.
Un abrazo a todos y a todas.